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¿La luna nos afecta?

La palabra menstruación viene del latín menstrumm, cuyo origen está en la palabra mens, mensis, que se refiere a la unidad del tiempo que tarda la luna en recorrer su órbita. Cada 29.5 días la luna comienza su ciclo, y cada 28-29 días las mujeres también menstruamos y comenzamos un nuevo periodo.


Investigaciones científicas han documentado que la luna rige el flujo de los líquidos (tanto el de las mareas como el de los fluidos del cuerpo), generando un efecto sobre la regulación de los ciclos naturales, la fertilidad de la tierra, los ritmos de las mareas y la fertilidad de la mujer. Estudios han demostrado que los índices más elevados de concepción, y probablemente de ovulación se producen durante la luna llena.

Es por esto que, cuando la luna está llena, el cuerpo humano -compuesto por un 70% de líquidos- está en mayor movimiento de fluidos, y por lo tanto, energético. Las fases lunares afectan directamente nuestro cuerpo, pensamientos, emociones y ciclos.




Las fases de la luna, retratan las fases cíclicas de la mujer:

Preovulación: El cuerpo se encuentra en un periodo de preparación, con mucha energía, somos animadas y extrovertidas, creativas y productivas, como cuando la luna cuando está creciendo. Es una buena época para hacer planes, organizar el desorden y poner planes a andar.

Ovulación: Este día, el deseo sexual aumenta y el cuerpo produce feromonas (sustancias químicas que atraen al sexo opuesto) buscando la fecundación; esto nos hace ser receptivas hacia los demás, estar alegres y estar como una luna llena, radiante y en su máximo esplendor. Es un buen día para tener reuniones, socializar y brillar sin pena.

Premenstrual: El cuerpo comienza un proceso interno de reflexión y limpieza, poco a poco se apaga, como la luna cuando desaparece. En esta etapa, tendemos a tener antojos y a ser más reflexivas, irritables, directas y sensibles. Es un buen momento para sacar de nuestra vida lo que queremos alejar y conectarnos con los verdaderos deseos de nuestra alma.

Menstruación: El cuerpo se está limpiando, purificando y preparando para cargar nuevas energías. Estos días miramos hacia adentro, somos introvertidas y amorosas. Es un buen momento para sembrar propósitos, sueños y cargarnos de vida.


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